Desde 25 millones
Un toque de distinción
Elige entre un servicio de catering o acondicionar una casa y sus jardines a gusto de los novios. La posibilidad de ofrecer toldos y carpas queda a tu elección. Son tres opciones de negocios que, aunque requieren una alta inversión, pueden ser bastante rentables.
Los tradicionales salones de banquetes ya están muy vistos y, como todos los novios se empeñan en hacer algo diferente el día de su boda, las respuestas empresariales no se hacen esperar. Casa de Mónico es una de ellas, una finca de 38.000 metros cuadrados situada en las afueras de Madrid, que ha sido vestida para la ocasión. Sus dueños, los doce socios de la empresa de repostería y catering Mónico Gourmet, lo tenían claro: "Nos planteamos dar un giro a nuestro negocio y montar una casa emblemática en la que ofrecer banquetes nos pareció la mejor opción", asegura Álvaro Méndez, director general de la compañía.
El negocio se dirige a un segmento alto de población. Para ello, los responsables han invertido unos 200 millones de pesetas en la remodelación de la casa (1.500 metros cuadrados), la puesta en marcha de las instalaciones técnicas y el resto del equipamiento. Diez años son necesarios para amortizarlo.
Pero los novios pueden conseguir también un toque de distinción en sus propias fincas, con el negocio del catering. Ponerlo en funcionamiento supone entre 25 y 50 millones de pesetas.
Son necesarios un local - que combine almacén, cocina, obrador, tienda y oficina -, un equipo de cocina transportable, una furgoneta, menaje y mobiliario suficiente para entre 100 y 400 comensales. Con ese material y unas cinco o seis personas la empresa puede iniciar su andadura.
Con algo más de 10 arrendamientos ya se habrá pagado el precio total del equipo. El porcentaje de beneficio neto del sector se situa en torno al 10%. El precio que se paga por cuebierto oscila entre 5.000 y 12.000 ptas.
En Buffet's Real, una empresa de catering, creen que es necesario estar capacitados para ofrecer al cliente todo lo necesario para el evento. Ya sean un castillo o un palacio donde celebrarlo, los músicos, las flores o el destino para el viaje de la luna de miel, "si no está en nuestras manos, nos encargamos de que otras compañías se lo gestionen a los novios".
Si además quieres ofrecer el servicio de carpas, debes tener en cuenta que la inversión es bastante cuantiosa. Cada metro de lona cuesta entre 10.000 y 20.000 ptas. "Para empezar a funcionar es necesario estar en disposición de celebrar dos bodas diarias de 400 comensales, lo que supondrá una inversión de unos 100 millones de pesetas", afirma Fernando Saavedra, responsable de Carpas Fernández Carrión.
Jesús Cobarro, propietario de Alcarpa, rebaja esa cifra a 50 millones. "El 80% de ese capital ha de destinarse a la compra de material y el 20% restante a la creación de la empresa, que dispondrá de seis trabajadores, tres para el almacén y otros tres para su administración".
Para una boda de entre 250 y 300 invitados hace falta una carpa de entre 300 y 600 metros cuadrados. Teniendo en cuenta que cada metro se alquila por 3.000 ptas., el coste total oscilará entre 900.000 y 1.200.000 ptas. Una cifra que permite amortizar las inversiones en unos cinco años.
Normalmente la lona resiste, en buenas condiciones, unos ocho o diez arrendamientos anuales. De cualquier forma, la estructura metálica de estas superficies, de gran duración, representa el 70% de su coste.
Carmen Sánchez Silva
Dificultad: alta. Amortización: 5-10 años. Rentabilidad: 10-30%
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