viernes, 31 de octubre de 2008

El beso hecho historia

Hoy se besa a la familia, a los amigos, a los amantes... Pero, ¿cuándo se convirtió el beso en símbolo de la expresión de afecto y amor?

El beso hecho historia

Aunque es natural pensar que el beso siempre ha existido, no siempre se consideró de la misma forma. Es en las épocas primitivas cuando se encuentra su origen, y fue la madre hacia sus hijos la primera en manifestar su cariño de esta tierna forma*.

Hubo que esperar hasta el siglo VI para que la sociedad admitiera el beso entre personas adultas, y más concretamente parejas, como expresión de afecto. Fue Francia, el país romántico por excelencia, el que instauró la costumbre de que el beso era parte del cortejo entre dos amantes. En toda Europa se puso de moda esta tendencia, hasta que en Rusia se consideró que un beso era la mejor forma de que una pareja de novios sellase ante el altar su amor para siempre.

Hoy en día es completamente natural ver parejas besarse en la calle, en un parque, en un bar, pero no siempre ha sido así, sino que ha dependido del momento histórico.

Así, cuando llegó la Revolución Industrial, y el racionalismo imperó en las metnes humandas, las manifestaciones de amor se reprimieron. Y, por tanto, los besos pertenecían sólo al ámbito privado.

Tuvo que llegar el séptimo arte, en el siglo XX, para devolver a la escena pública un acto tan privado como es el besar. En la pantalla los protagonistas se besaban, y en las butacas, en la última fila, los espectadores también. Esta libertad en el cine, sin embargo, desapareció pronto con los comités de censura. Hubo que esperar a que finalizara el periodo de entreguerras y se acabara con los regímenes dictatoriales que imperaron en Europa y en muchos países latinoamericanos para que el movimiento hippy, el feminista y el ecologista devolvieran el color y la libertad a las calles. En mayo del 68, por ejemplo, el beso no representaba sólo un símbolo de amor, sino de rebeldía por lo impuesto. Los jóvenes disfrutaban del amro a plena luz del día, desobedeciendo a sus padres, que les pedían recato.

Y del fruto de esa expresión llegaron muchos de los jóvenes de hoy, que ahora disfrutan en lo privado y en lo público del arte de besar.

Revista Casarse en Levante, año 4, nº 7

* Dicen los naturalistas que viene del acto de la madre de masticar la comida para sus bebés, y luego introducirsela directamente en la boca desde la suya, de boca a boca. Vamos, un beso con lengua (nota de la transcriptora)

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