viernes, 31 de octubre de 2008

Empresas organizadoras de bodas

Una boda no es algo fácil de organizar, ya que el resultado final depende de diversos elementos como la decoración, la coordinación de los invitados, la amenización musical o el servicio del convite. Esta es la razón por la que, cada vez más, se requiere de un experto asesor en la preparación de banquetes.

En buenas manos

Para conseguir una boda perfecta hay que coordinar trabajos diferentes entre sí. Se trata de un evento que depende del buen quehacer de muchas personas. Reconocer que los futuros esposos no siempre son expertos en todas estas facetas no es una vergüenza. Por el contrario, es importante ser consciente de las propias limitaciones si se quiere alcanzar el éxito esperado.

En España existen varias empresas que se dedican a organizar y supervisar bodas. Algunas de ellas vienen respaldadas por los hoteles donde se contrata el salón, otras son seleccionadas por los novios para que controlen todos los detalles que implica la organización de una boda. En el cine el coordinador de bodas aparece como un maniático del buen gusto, pero en realidad es alguien cuya especialidad consiste en saber coordinar a los diferentes proveedores y ser diplomático.

Cuando los novios contratan a este profesional desde el primer momento, el o la organizadora asiste a la pareja en la realización de los preparativos. Con su ayuda se verán las opciones para la ceremonia y le banquete nupcial, porque es distinto hacer la celebración en una casa particular que en el salón de un hotel.

Decidido el lugar, se dará paso a la contratación de las empresas proveedoras de los servicios necesarios para la celebración. Es aquí donde radica una de las principales características de un organizador de bodas, ya que de sus contactos y de la buena relación que mantenga con ellos dependerá el éxito de la boda.

El papel del organizador está en "supervisar que se cumplan todos los detalles. Desde el montaje de la decoración y la mùsica, hasta que los platos estén bien preparados y a tiempo".

Lo complejo del diseño

A la faceta de coordinación del organizador hay que añadir la de expertos en creación de amniebntes. Ya que la decoración puede ir desde el lugar de acceso a la recepción, arreglos florales, adornos con globos, mantelería, centros de mesa, cristalería, fuentes interiores y exteriores, recuerdos y fuegos pirotécnicos.

Para que la elección de estos detalles sea acertada, tendrán que ser acordes a la personalidad de la pareja y unidos al conjunto total del evento, algo que se conseguirá por medio de un adecuado asesoramiento por parte del especialista.

Nunca es tarde

Puede que hayas decidido con tu pareja hacerte cargo de la selección y contratación de los servicios. No obstante, puedes requerír un organizador para el mismo día de la boda.

La contratación de un organizador para el mismo día de la celebración permite que los novios se sientan como invitados dentro de su propia ceremonia, porque será otra la persona la que esté pendiente de matenenr todo en orden y controlar lo que está ocurriendo en cada instante del evento, impidiendo malentendidos y nervios propios de la ocasión.

Todos los invitados se sentirán atendidos porque el servicio incluye recibirlos y acomodarlos cuando los anfitriones tengan que ocuparse de otras cuestiones. Los padres de los novios no sienten la presión que supone el pensar que, mientras están ocupándose de un imprevisto, nadie se encargará de sus comensales.

De la revista "Casarse en Levante", año 4, nº 7

Las parejas de novios que contratan los servicios de una empresa organizadora de eventos son sin duda los más prácticos. Por falta de tiempo, ganas, o simplemente por comodidad, confían la celebración a un equipo de profesionales. Éstos se convierten en los responsables del éxito de la boda y, por tanto, en sus mejores aliados

Cada vez es más grande el número de empresas que se dedican a este tipo de asesoramiento para los preparativos de boda. Pese a la variedad, el funcionamiento es similar en todas ellas; los novios exponen sus preferencias, la empresa les aconseja teniendo en cuenta su experiencia y actúa como intermediaria entre la pareja y el servicio a contratar (banquete, catering, fotógrafo...)

El objetivo de estas empresas es descargar a los novios del evidente trabajo que supone concretar mil y un temas, evitarles preocupaciones y nervios y, el día de la boda, garantizar que estarán tranquilos para que sólo estén pendientes de disfrutar al máximo.

El servicio que ofrecen puede ser gratuito o puede incluir un pequieño desembolso extra por parte de los novios que irá destinado a sufragar los gastos de gestión de los organizadores.

Sea como sea, sus verdaderos ingresos no provienen de los bolsillos de los novios, sino de los acuerdos comerciales (comisiones) que tienen con los proveedores y establecimientos.

De la revista "Casarse en Levante", año 4, nº 8

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