viernes, 31 de octubre de 2008

Consejos para comprar el traje de novia

Consejos a la hora de comprar el traje de novia

1. Para empezar, ten en cuenta, a la hora de decidir tu estilo, los siguientes factores:

  • Tus gustos, por supuesto.
  • Tu cuerpo. Como diremos más adelante, es imprescindible probarse varios estilos antes de decidirse ya que el que te guste podría no sentarte bien.
  • La época del año: es obvio que una boda en invierno requiere un vestido más abrigado que una en verano. De todos modos, Murphy vela por nosotros y seguro que no sale el tiempo como esperabas, hará más frío o más calor. No te desesperes por ello.
  • Dónde celebrarás la boda: a pesar de lo que te digan, una boda por el juzgado o en una iglesia sencilla no admite un traje tan recargado como puede admitir una iglesia barroca o una catedral (y viceversa, estarías ridícula en el Altar Mayor del Pilar con un traje de chaqueta)
  • El tono en general de la boda: si quieres hacerla joven y desenfadada, romántica y majestuosa, tipo jet set... Todo el entorno de la ceremonia, restaurante, vehículo, etc determinarán el ánimo de tus invitados y si les obligas a llevar chaqué y traje largo no puedes ir tu de corto.
  • El traje del novio: En general se elige después del de la novia, y es posible que hasta le acompaĖes tú. Busca un estilo que coordine con el tuyo.
  • Er... ¿me dejo la moda? Bueno, suele haber la suficiente variedad como para que encuentres lo que busques a pesar de ella, pero es cierto que si lo que te gusta no está de moda (por ejemplo, los vestidos de pedrería, cuello de tul y manga jamón de moda en los aĖos 80, tan frecuentes en los dibujitos de las invitaciones, son cada vez más difíciles de encontrar) tendrás algún problemilla. Ten algún estilo de reserva por si acaso.

2. Ve depués de que renueven los catálogos. Si vas antes, en algunas tiendas te dirán que vuelvas más tarde, y en otras te meterán prisas, y jamás debes dejarte influenciar por las prisas. Además tendrás más donde elegir, ya que estarán todos los modelos disponibles (más adelante explico porqué). En general procura ir con un margen de 6 a 4 meses, según las fechas de las colecciones (suelen sacar una en otoĖo-invierno y otra en primavera-verano, pero lo que es seguro es que las renuevan entre septiembre y diciembre). Aunque no somos tan exagerados como los USA, que requieren hasta un aĖo para un vestido (los fabrican en Taiwan, mientras que nosotros tenemos estupendos fabricantes nacionales), si que necesitan un tiempo para hacerte el pedido.

3. Pruébate siempre que puedas los trajes. A menos que sea confección a medida nunca te fíes de un traje que no te has podido probar, e incluso en los de confeccíon exclusiva intenta probarte uno que sea del mismo estilo. Si vas a ir de todas todas a una modista o te lo va a hacer algún conocido o incluso tú misma, pruébate trajes en las tiendas de todos modos para saber qué estilo te va . Un traje precioso en una foto puede sentarte fatal y a la inversa, uno que en foto te pase desapercibido puede ser el traje de tu vida una vez puesto. Ya no te digo nada si lo que te enseñan es un dibujo. Sobre todo ten en cuenta dos cosas: una, que las modelos de las fotos seguro que no tienen ni tu talla, ni tu tipo ni tu altura (por exceso o por defecto), o sea, que lo que les siente bien no tiene porque sentarte bien a tí, y lo que les sienta mal (que también lo hay), te puede sentar de post-meridian. La otra es que las telas brillantes, pedrerías, etc, salen mas apagadas en las fotos, así que un traje espectacular en foto puede ser... bueno, demasiado espectacular al natural, y uno demasiado sencillo puede ser perfecto cuando te lo enseĖen. Aunque en las fotos de tu reportaje pasará lo mismo, y tu vestido maravilloso puede resultar deslucido en ellas, pero los demás te verán perfecta, no te preocupes. Hay un tercer factor, y es que la propia textura y calidad del vestido puede parecerte distinta al natural: una vez puesto puede parecerte demasiado claro, oscuro, leve, pesado, cómodo, incómodo... Ten en cuenta que tendrás que llevarlo un día entero, y si tienes que ir subiéndote el escote, cargando con quince kilos de vestido o agarrándote la cola todo el rato puedes acabar harta, así que tenlo en cuenta. Claro que también puede parecerte que un vestido así que no pese nada es como un disfraz y sentirte incómoda igualmente. Son cosas que en, cualquier caso, nunca sabrás si no te lo pruebas, y que, creeme, pueden hacerte decidirte rápidamente a descartar o elegir un modelo. Mil cosas que la foto del catálogo no te enseña, ni siquiera el verlo en una percha. La mejor percha es tu propio cuerpo. ¿La talla? Bueno, cada una tenemos una talla distinta, pero en general los vestidos de prueba suelen ser lo suficientemente amplios para que una mujer joven de talla relativamente normal vea que aspecto tendrá en ellos (si te va grande te lo aprietan con cintas y el efecto se ve bien. Si te va pequeño, las mismas cintas suelen sujetarlo. Es dificil que no te quepa, excepto quizás en los de falda ajustada, pero en ese caso... Bueno, ahí sí que tendrás que imaginártelo)

4. Es cierto que hay un traje para cada novia, incluso dentro del mismo estilo. Si dudas, pruébate más. El traje de tu vida es aquel sobre el que no tendrás dudas al vértelo puesto, y si al llegar a casa dudas, al volvertelo a probar volverás a sentir lo mismo. Bueno, puede que haya más de un traje para cada novia. Quizás si sigues buscando encuentres otro que te guste igual - compara precios y lo que te dan por cada precio, al final lo reducirás a uno.

5. Busca reacciones sinceras: lleva contigo alguien de confianza (tu madre, una amiga, etc). En general las dependientas te ayudarán con sinceridad, pero pueden estar cansadas o no conocer bien tu estilo. Aún así, si se quedan boquieabiertas al verte con el vestido seguro que es ese. Pero ojo: boquiabiertas de verdad, no ese "Te queda precioso,qué bonito" de compromiso que te dirán con todos los vestidos. Si una dependienta te dice una sola vez "Mmm, no, ese no es tu estilo" o "Mira, con tu tipo ese no te queda bien, espra que te busque algo que te vaya mejor" - y no lo hace para buscarte un vestido más caro, te puedes fiar de ella.

6. ¿La comodidad? Depende de cada una. No te dejes engañar por "¡No cojas ese vestido, acabarás harta de él!". Si sabes que te sienta bien llevar hombros al descubierto, ya los habras llevado alguna vez y sabrás actuar con naturalidad llevándolos en el traje de novia. Si tu sueño es una boda tipo Sissi, con velo de 20 metros y cola de 20 kilos, casi seguro que serás capaz de aguantarla hasta en el baile de la discoteca. Pero si hasta una flor en el hombro te molesta y te entran ganas de arrancarla, también lo sabrás de antemano (hoy día, además, tienes cantidad de opciones en las que prima la sencillez) y no debes dejarte engañar por más que te digan "Es una florecita de nada, ¡y te queda tan cuca...!". También en esto hay un traje para cada novia. Pero si dudas, opta por lo más cómodo. Puedes supeditar la comodidad del día de tu boda (al fin y al cabo es un solo día) para impresionar al público con un traje principesco, pero luego no te quejes si los niños te rompen la cola del vestido en el baile de un pisotón o si simplemente te cansas de llevar la cola del vestido (si no se puede quitar, opción posible en algunos modelos) sobre los hombros para poder bailar. Así como en que te siente bien o no debes confiar en alguien más, por aquello de que no somos objetivos con nosotros mismos, con la comodidad nadie nos conoce mejor, excepto, si acaso, mamá. La dependienta no, desde luego.

7. Hablando de la dependienta, y aunque en general son amables y aguantarán todas tus pruebas con paciencia y profesionalidad, no olvides que su misión es vender. Si no estás segura, no te dejes convencer, por más que te insistan. Todas saben que de su tienda irás a la de al lado o la de tres barrios más allá (de hecho, aprovecha, ve a todas las que puedas, dos veces si hace falta) y seguirás mirando más y más hasta que encuentres el que te gusta, así que ante el que más te guste de los que te has probado, te insistirán en que es divino, en que no encontrarás otro tan bonito por ese precio o en que dentro de dos semanas otra puede haberlo comprado antes que tú o lo habrán retirado de la colección. Ponte fuerte: tu eres la cliente. Si necesitas pensarlo, pídeles un plazo (una semana suele ser su unica concesión) y sigue mirando o consultalo con la almohada. En el peor de los casos di que quieres consultar con tu madre, con una amiga o incluso con el novio (ņpor que no? Una cosa es que lo vea, y otra que él vaya de chaqué y tu con un traje informal. Debeis conocer cada uno el estilo del otro para ir conjuntados, y aunque ya lo hayais hablado, la dependienta no tiene porque saberlo). En algún sitio leí que si necesitas pensártelo es porque no es la decisión apropiada y probablemente las dependientas lo han leído también, por ello no te dejarán pensártelo a poco que les des la oportunidad. Frases del tipo "Venga, te lo reservo ya" son trampas de las que debes huir si no quieres perder 100 euros de señal o pasarte 6 meses lamentando una decisión precipitada. Mejor volver al día siguiente que lamentarlo. Ojo, tampoco esperes mucho. Es cierto que en poco tiempo el vestido puede no estar disponible, y desde luego en la tienda no se arriesgaran a guardártelo. Además de un plazo impuesto al final de cada colección (por ello aconsejaba al principio ir cuando las renueven), en general cada tienda tiene un tope de modelos a vender, generalmente dos, para evitar la incomoda situación de coincidir en la boda de la sala de al lado del restaurante con una novia con un vestido igual que el tuyo. Cuando dos novias han elegido un modelo determinado, lo retiran. Puedes intentar encontrarlo en otra ciudad, si te interesa mucho... pero mejor no arriesgarte. Así que si vas pronto, como mucho quizás lo haya comprado una. Sería mucha mala suerte que en una semana se hayan enamorado dos chicas más del mismo vestido que tú... pero no tientes a las leyes de Murphy.

8. ¡No dejes que el novio te vea con el traje antes de la boda!. No, no es superstición. Enséñale si quieres una foto de un catálogo, o el vestido en una percha... Como ya he dicho antes, no se hará idea de como te queda puesto. Pero no le estropees la sorpresa de verte con el vestido puesto. La tradición tiene razón. Tu imagen con un traje de novia es una aparición. Dicen que no hay novia fea, y aunque la felicidad radiante del rostro y la ayuda del maquillaje especializado es el factor más importante, Cielo Santo que el vestido ayuda mucho. Yo cuando me probé el primer traje de novia (con todos los complementos que a menudo te ponen en la misma tienda para "un efecto completo") me quedé sin habla. Y no te querrás perder su cara cuando te vea el día de la boda, ņno?. Además, a ellos también les gusta la sorpresa. He oído de algunos que se han quejado cuando la sesión de fotos previa les ha estropeado ver a us novia con el equipo completo por vez primera frente al altar. Y cuanto menos gente te vea antes, más piropos recibirás el día de la boda. El factor sorpresa es importante en el amor y en la guerra.

9. Mejor que tengas una idea clara de lo que quieres (mira revistas y catálogos) y sabrás que estilo sugerirles (la mayoría de las tiendas clasifican los álbumes por estilos: romántico, imperio, rectos...); pero ten una mente abierta y pruebate más de uno. No deberían ponerte pegas a probarte la tienda entera si hace falta (aunque es exagerar). Es una decisión importante y no hay limitaciones, modifica tu opinión sobre la marcha (cuando lleves dos o tres vestidos irás viendo qué estilos descartar). Incluso dentro del mismo estilo hará variaciones que te sienten mejor o peor, según tu estatura, tipo, etc. Hay algunos consejos sobre lineas y figuras que son universales, pero por ejemplo si te gustan los vestidos románticos y no eres muy alta, no cojas faldas muy amplias ni vestidos con los hombros al descubierto, te harían más bajita; decántate mejor por vestidos igualmente románticos pero con faldas más tipo "Princesa" y hombros cubiertos. Pruebate además trajes que estén por encima de tu presupuesto. No muchos, unos pocos, pero hazlo, como quien no quiere la cosa (luego descártalos con un "No me acaba de convencer, le falta ... esto para ser perfecto"), para poder comparar calidades de los más baratos (en general un vestido caro debería ser de mejor calidad, aunque no siempre sea así... en muchos casos solo pagas diseño) (si quieres algunos consejos para saber la calidad del vestido, lee el artículo correspodiente, en preparación por el momento)

10. Si el vestido te encanta pero... querrias alguna modificación, consulta sin miedo si te la pueden hacer: alargar la manga en previsión de que haga más frío, ensanchar el escote, poner o quitar alguna flor o detalle... Añadirás exclusividad y personalidad al diseño y será todavía más perfecto. Si no te lo permiten, antes de irta a otra tienda piensa para tí hasta que punto puedes hacertelo tu o una amiga que tenga buena mano con la aguja. Algunas cosas como aplicar unas flores artificiales o quitar un lazo que te estorba lo puede hacer cualquiera con un poco de buen gusto. Para reformar mangas o escotes requeriras un profesional, y en algunos casos necesitarás telas originales, para lo cual no te queda más remedio que recurrir a la tienda.

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