jueves, 30 de octubre de 2008

De blanco a precio de ganga

Desde 0,7 millones

De blanco a precio de ganga

Casi todo son ventajas en una tienda de trajes de novia de segunda mano. El presupuesto es reducido; los riesgos, escasos si optas por prendas en depósito y para no restringir tu clientela, puedes ofrecer desde ropa de ceremonia hasta de fiesta.

Un traje de novia cuesta entre 100.000 y 500.000 ptas, teniendo en cuenta que tan sólo se utiliza durante unas pocas horas el gasto es considerable. En las tiendas de ropa de segunda mano, esas cifras se rebajan hasta las 40.000 ptas.

Sofía Pérez (Madrid, 1948), propietaria de Segunda Puesta, ha comprobado que la mentalidad va cambiando y la gente ya no pone reparos a una prenda de reestreno. "Las personas que no encuentran su talla y deben comprarse un vestido nuevo, se compromenten a traérmelo nada más celebrarse la boda y una vez que lo han llevado al tinte". Sólo se admiten las prendas limpias y en perfecto estado, sin que les falte un botón ni una perla del adorno. En la tienda deben estar colgadas de percheros altos y protegidas con fundas de plástico que impidan pasar el polvo.

Con un local de 80 a 100 metros es suficiente, aunque los probadores deben ser amplios. El presupuesto para este negocio es algo menos de un millón de pesetas y al IAE que te corresponde es el 656, cuya cuota es de 8.180 a 25.875 ptas (según la ciudad).

Para reducir el presupuesto, compra el mobiliario de seguna mano. Con las prendas no es necesario inversión pues lo mejor es tenerlas en depósito, si no se venden pasado determinado tiempo (de seis meses a un año), tan sólo tienes que llamar al dueño de la prenda para que se pase a recogerla. Los beneficios son esasos pero sin riesgos. Del precio estipulado de venta dos tercios son para el dueño de la prenda y otro para tí, también puedes optar por repartir un 60-40%. Conseguir el número de prendas suficiente para abrir, lo más difícil, queda solucionado si acudes a las páginas de cualquier publicación que tenga anuncios de compra-venta. De esta forma, te ahorras los gastos en publicidad. Después, y con el tiempo, el boca a boca de la gente hará el resto.

Para no centrarte exclusivamente en la venta de vestidos de novia, debes ofrecer desde ropa para ceremonia y fiesta hasta prendas algo más informales provenientes de muestrario; además en invierno puedes vender abrigos de pieles. Un valor añadido al servicio es contar con los servicios de una modista que arregle los trajes.

La clave de este negocio está en el registro de tus proveedores. Es necesario hacer una ficha que contenga datos personales (dirección, teléfono...) y cada una de las prendas que ha dejado. Debes pedir fotocopia del DNI y, cuando sea posible, algún documento que acredite que esa prenda es suya o, por lo menos, que te firme un documento donde la reconozca (sobre todo con las prendas más caras como cazadoras de cuero). Te evitarás convertirte en un canal de venta de prendas robadas.

Segunda Puesta y Bicoca van a comenzar su expansión. En Segunda Puesta, el pago de un royalti (que depende de los metros cuadrados del local y de su ubicación) te da derecho a utilizar su nombre y recibirás asesoramiento. En Bicoca, el sistema es la franquicia ya que se comprometen a enviarte ropa desde Madrid. Su canon de entrada es de 100.000 ptas.

Vicki Vale

Dificultad: baja. Amortización: 1-2 años. Rentabilidad: 20%

Novios de alquiler

Hace cinco años, cinco ex-alumnos del instituto de empresa (Javier Lezcano, Carlos López Ibor, Fernando Feás, Santiago de Mora y Juan José Hebrero) decidieron abrir una tienda de alquiler de trajes de etiqueta (chaqué, frac y esmoquin). La Trajería se caracteriza por una imagen renovada y un especial trato a los clientes. El alquiler es de como mínimo 24 horas (9.900 ptas) y una vez utilizado se devuelve a la tienda. En la tienda se encargan de llevarlo al tinte y ponerlo a punto para otro nuevo cliente.

El local necesario para este negocio es de 150 metros cuadrados. La inversión inicial, unos 30 millones de ptas., en us mayoría destinados a la compra de los trajes (por lo menos tres de cada talla). Para rentabilizar el negocio y buscar nuevas fuentes de ingresos decidieron combinar el alquiler junto con la sastrería a medida tradicional (50.000 ptas). La amortización es a medio plazo, por lo menos tres o cuatro años.

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